La garcinia cambogia suele crecer de manera natural al sur de la India. Lo que se aprovecha de su fruto para productos adelgazantes es la piel, ya que es el fruto más rico en una sustancia que evita en gran parte que los hidratos de carbono se conviertan en grasa, el HCA o Ácido hidroxicítrico. Dicho ácido reduce la producción de enzimas que transforman los azúcares en grasas.
Otra de las propiedades interesantes para las personas que intentan bajar de peso, es que la garcinia posee un efecto saciante que actúa sobre los gluco-receptores del hígado, y no en el cerebro como otros fármacos, que producen finalmente efectos secundarios negativos. También aumenta la termogénesis del cuerpo, y de esta forma, el metabolismo del cuerpo quema más eficientemente los alimentos.
Al disminuir el almacenamiento de la grasa, las cápsulas de garcinia aceleran los resultados de las dietas de control de peso, que deben ser siempre supervisadas por un especialista. Lo bueno es que no tiene efectos secundarios como otras pastillas para adelgazar; no producen nerviosismo, depresión o insomnio como otros productos basados en el té, como la Camilina (té verde) o el té rojo. Realmente pueden ser de gran ayuda para las personas con desórdenes alimenticios que tienen problemas para sentirse saciados.
Otro efecto no relacionado con el adelgazamiento, pero que añade más propiedades beneficiosas a la garcinia, es que ayudan a proteger los revestimientos de los vasos sanguíneos. En la India se suele usar la garcinia como condimento para la comida y también para conservar el pescado.
Aunque no todo el mundo está de acuerdo con la eficacia de la garcinia, que algunos califican de placebo, he leído muy buenas críticas sobre ella.